Terroristas del Estado Islámico
torturaron y crucificaron a un niño cristiano de 12 años en un pueblo cerca de
Alepo, Siria, en un intento para que el resto de la población se convierta al
islam.
Militantes del Estado Islámico le
cortaron los dedos a un niño cristiano de 12 años delante de su padre, un líder
sirio de la iglesia cristiana, y luego los crucificaron a los dos, junto a
otras personas, informa Christian Aid Mission, una organización humanitaria que
ayuda a los misioneros cristianos en sus países de origen.
Con este acto la organización
terrorista intentaba forzar a los cristianos de un pueblo cercano a Alepo,
Siria, para que se conviertan al islam.
El niño crucificado, de 12 años,
era hijo de un ministro cristiano sirio que fundó nueve iglesias en el país.
“Frente al líder religioso y los
familiares del niño, los extremistas islámicos le cortaron las puntas de los
dedos al niño y lo golpearon severamente, diciéndole a su padre que dejarían de
torturarlo sólo si se convertía al islam”, reporta la organización humanitaria.
El padre del niño se negó a
hacerlo y los extremistas, tras torturarlo y golpearlo a él y a otros dos
misioneros cristianos, los crucificaron.
Ocho personas más, entre ellas
dos mujeres, fueron decapitadas por los terroristas por la misma razón. Las
mujeres fueron violadas ante la muchedumbre que se reunió para observar.
Según Christian Aid Mission, los
asesinatos tuvieron lugar el 28 de agosto, pero se conoció el hecho
recientemente.
Fuente: RT
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